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LAS FIESTAS DE SAN ANTONIO ABAD EN TRIGUEROS, UNA CITA CULTURAL QUE CRUZA FRONTERAS CADA MES DE ENERO.

Miles de personas de toda la geografía española asisten cada año a las fiestas patronales para participar en las originales “tiradas del Santo”, donde los vecinos arrojan por las ventanas todo tipo de alimentos como pan, rosquillas, chacinas y hasta paletillas”.

Viajar no es sólo conocer lugares. A veces, la esencia más pura de un destino se encuentra en el carácter de su gente, en la historia de su patrimonio y en la magia de sus tradiciones.Una perfecta combinación de ingredientes que da lugar, cada mes de enero, a las fiestas patronales de San Antonio Abad, el plato fuerte de la cultura triguereña. Una cita marcada en el calendario local como la más esperada del año.En este pueblo de la campiña onubense, la magia comienza el 7 de enero. Cuando todos despiden a los Reyes Magos, los triguereños saludan a sus amigos “Los Cochinos”, que, acompañados por el ancestral sonido de la flauta y el tamboril comienzan su tradicional desfile por las calles del municipio anunciando la eminente llegada del “Santo Bendito”, cariñoso apelativo con el que los vecinos se refieren a sus fiestas patronales.Cuenta la historia que San Antonio Abad fue un monje cristiano de acomodada familia que regaló sus bienes a los pobres y se retiró al desierto para dedicarse a la oración. Para calentarse en las frías noches encendía una hoguera y para alimentarse, Dios enviaba a un cuervo en cuyo pico traía al Santo alimentos sagrados como el pan.De ahí cada una de las tradiciones celebradas en honor a la efeméride a comienzos de año.El 16 de enero, el pueblo entero se ilumina con las conocidas candelas. Vecinos, familias y amigos se reúnen en las calles al calor de las hogueras en un rato impagable que remueve la memoria y los corazones más santeros. Y así da comienzo la primera novena en la Iglesia. Nueve días en los que el pueblo onubense espera con ansias la llegada del día grande, ese en el que el Patrón sale de su ermita para saludar, entre dátiles, ramas de olivo, rosquillas y vivas a su pueblo devoto. Hasta que, por fin, fachadas relucientes, faldos en las ventanas, las mejores galas y un intenso repique de campanas dan el pistoletazo de salida al día esperado. Este 26 de enero, los triguereños volverán a emocionarse con la salida del Santo desde su ermita hasta la iglesia parroquial, donde esperará, pacientemente a sus devotos hasta el domingo por la mañana.Será el 27 de enero cuando visitantes de toda España se congreguen en este pequeño punto de la geografía española para ser testigos de una cita cultural tan original y señera. Tras la bendición de los animales, la tercia y la Función Principal, por fin, San Antonio Abad saldrá de su iglesia para llegar a todos y cada uno de los rincones de su pueblo. Llamará de puerta en puerta para emocionar a los triguereños. Estos, por su parte, le darán la bienvenida con las tradicionales tiradas: pan y roscas, chacinas, paletillas, bacalao…lloverán por los balcones dibujando una estampa que, sin duda, queda grabada en las retinas de quienes, esos días, contempla tan emocionante estampa. Y entre tiradas, salvas de cohetes y repiques de campanas, todo tipo de platos típicos, dulces y y bebidas son servidas, a puertas abiertas, tanto a vecinos y visitantes en unos días en los que el pueblo entero se une y muestra su cara más amable.Es el lunes cuando el Santo se despide de su pueblo, dispuesto a reponerse y descansar para afrontar las fiestas del 2020. La cuenta atrás comienza... este 26 de enero haz de las Fiestas de San Antonio Abad tu plan perfecto.