Castillo de Aroche

Existe un intenso debate sobre la fecha fundacional del castillo de Aroche. Comúnmente, hoy se acepta que su origen, de carácter defensivo, es de época islámica en base a sus características estructurales. Se adscribe así, al periodo almorávide o incluso al califal, con destacadas reformas cristianas ya sean por parte castellana o portuguesa. En 1297, con el Tratado de Alcañices, junto a la plaza de Aracena, pasa a formar parte de Castilla.

En el siglo XIV el castillo de Aroche, por su situación geográfica junto a otras fortalezas serranas, se configura dentro de un nuevo sistema defensivo que se conoce como la Banda Gallega, con el objetivo de defender ataques portugueses. La fortaleza se convirtió en el elemento más emblemático de la población, convirtiéndose en el centro neurálgico del sistema defensivo de la zona ante las incursiones portuguesas y de órdenes militares.

El recinto se erige sobre un cerro de 420 metros de altitud, tiene un trazado irregular, con un perímetro de 273 metros por el cual se distribuyen diez torres rectangulares. En su construcción, básicamente se utilizaron los materiales del propio terreno y, al ser el más antiguo de la zona, parece que sirvió como modelo para la construcción de los castillos que se levantaron posteriormente tras el privilegio dado en 1293 por Sancho IV.

Últimas investigaciones arqueológicas apuntan a un más que posible asentamiento prerromano para Aroche, posiblemente en la segunda edad del hierro.

CARRIAZO RUBIO J.L. y CUENCA LÓPEZ, J.M (2004), Huelva, Tierra de Castillos, Diputación de Huelva.

PÉREZ MACÍAS, J.A. y CARRIAZO RUBIO J.L. (Eds.) (2005), La banda gallega: conquista y fortificación de un espacio de frontera (siglos XIII-XVIII), Universidad de Huelva.